domingo, 10 de mayo de 2009

Madre, solo hay una (¡Qué bueno!, ¿Para qué queremos dos?)

En mi caso, yo tengo una madre paranoica que cuando sale uno a la tienda y no regresas a tiempo, te cree mutilado o con un balazo (¡Ah! Qué bonitos pensamientos) en el cráneo.
Pero no les vengo a hablar de los miedos de mi madre más bien de la vez que me confronto para saber si uso drogas (Porque como bien lo dije, este blog se trata de mí y mis drogadicciones)

Yo había regresado de la escuela, mi casa estaba sola, mis hermanos estaban en la escuela y mis padres trabajando, dieron las 6:40 y como siempre mi madre da 2 claxonazos, bajo hecho la chingada y abro las puertas de mi hogar para que pueda entrar el carro. Entre a mi casa y seguí viendo mi programa de televisión, a los 15 minutos sube mi madre y empieza a echar pestes del porque hay desmadre en la casa, del porque soy tan desconsiderado, de que no me cuesta nada limpiar tantito, de que cuando tenga mi casa podre vivir en la basura si quiero. Yo, como siempre, solo hago una sonrisa y empieza a medio alzar.
Pasan 3 horas después del percance de la limpieza, para ese entonces ya estaba casi llena mi casa, mi papa y mi hermana ya habían regresado de trabajar y mis demás familiares también, era hora de ir a recoger a mi hermano, era el turno de mi hermana de acompañar a mi jefe, salen de la casa y siguen su camino, en mi casa solo estábamos mi mamá y yo, ella en la sala y yo en mi recamara, ella viendo la tele y yo viendo la tele, a punto de dar las 10 de la noche mi madre entra a la recamara.
-Manuel- dice con una voz extraña, no era voz de regaño ni voz de “Hablemos de sexo”, era diferente.
Yo quito la mirada del televisor y la cambio hacia donde esta ella – ¿Qué paxo?- contesto.
-Hijo, te he visto raro últimamente- dice sin quitar la mirada de mi ser
Yo me quedo raro, sabía que me iba a preguntar algo incomodo, no era la primera ni iba a ser la última vez que hiciera algo parecido, me quedo callado y el silencio se apodera de la habitación.
-¿Consumes drogas?- preguntó, se rompe el silencio.
-¿¡No!?- respondo, no sabía que pensar, solo dos preguntas rondaban en mi mente ¿Porque diría eso?, ¿Que sabía de mi?
Los dos dudamos ante la pregunta y respuesta del contrario.
Ella se acerca y me toma de la espalda por un momento, – ¡Qué bueno!- dice y se separa de mi.

He ahí la historia de una madre medio loca, cualquier parecido con otras madres es mera coincidencia.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues creo que todas las madres son así! Hay un gen en las mujeres que se activa cuando eres madre. Jajaja yo nunca lo desarrollaré, si mi hijo se va y no vuelve... será un alivio, una responsabilidad menos xD.

Nah... quiero mucho a mi mamá, ella es... como decirlo... "especial" jajaja